Cuando el dinero perdió su poder: Hiperinflación en Alemania (1920-1923)

 

En la década de 1920, Alemania experimentó uno de los momentos más devastadores de hiperinflación en la historia económica mundial. Fueron una serie de causas las que condujeron al país a esta situación e indudablemente, trajo una serie de consecuencias causando un gran impacto en la vida cotidiana de los alemanes.

Para entender bien esta parte de la historia, debemos conocer los antecedentes históricos que provocaron dicha situación.


Antecedentes:

La Hiperinflación de Alemania tiene sus orígenes tras el fin la Primera Guerra Mundial ya que cuando el conflicto terminó, Alemania se vio obligado a firmar el El Tratado de Versalles de 1919. Este tratado conllevaba condiciones muy exigentes tanto económicas como territoriales incluyendo reparaciones de la guerra con el fin de la recomposición de la nación pero que sin embargo, no podía enfrentar económicamente. Una de las condiciones que se impusieron era el pago obligatorio de estas reparaciones en oro y divisas extranjeras provocando la escasez de estos recursos en Alemania. La respuesta del gobierno alemán ante esto fue imprimir grandes cantidades de papel moneda con el objetivo de cubrir estas obligaciones. Todo esto provocó inestabilidad política dificultando e impidiendo la implementación de políticas económicas efectivas.

Causas:

 Durante el conflicto, el imperio alemán utilizaba una moneda con respaldo en oro llamada Goldmark pero estos nuevos billetes que hemos mencionado no tenían respaldo en oro, denominadas Papiemark, y esto suponía un problema ya que la ausencia de respaldo real condujo a una espiral inflacionaria fuera de control. Todo esto creaba un círculo vicioso ya que a medida que la moneda perdía valor, los alemanes perdían confianza en ella y buscaban desesperadamente gastar su dinero antes de que perdiera aún más valor alimentando así a la inflación. Esto trajo repercusiones importantes para la vida alemana ya que el ahorro de toda una vida podía ser inútil de un día a otro llegando a un punto en el que la gente cambiaba bienes tangibles en vez de retener dinero.

Ahora bien, si el año 1921 fue complicado para el gobierno de Weimar, los dos años siguientes fueron catastróficos. A comienzos del año 1922, mercados internacionales como el de Bélgica o Francia notaron la devaluación del marco que sufría Alemania y comenzaron a exigir saldar deudas con recursos naturales en vez de con dinero. Ante esto, el gobierno de Weimar intentó renegociar con sus acreedores pero no lo consiguió. Según el periódico, El Debate, una barra de pan llegó a costar de 250 marcos a 200 billones; un periódico, que costaba 1 marco en 1922, costaba 70 millones en 1923 y así con todo, causando un gran impacto en la vida cotidiana de los alemanes, arruinando a miles familias que habían depositado su dinero en los bancos.

En enero de 1923, cuando la crisis estaba en su apogeo, obreros iniciaron una huelga y como respuesta desesperada, el gobierno decidió emitir más dinero para pagar los salarios caídos. La hiperinflación alcanzó su punto más alto en este año ya que los precios aumentaban a un ritmo espeluznante, y como consecuencia, el valor del marco perdía valor de hora en hora. En noviembre de 1923, la tasa de cambio del dólar al marco era absurda: 4.200.000.000.000 marcos por dólar. En este mismo mes, el presidente del banco central del país propuso la supresión del Papiermarck para poner fin a la hiperinflación. La divisa fue sustituida por el Retenmark. 

Consecuencias:

En cuanto a las consecuencias económicas, la hiperinflación tuvo efectos fulminantes quedando los ahorros de la gente reducidos a nada, la pérdida del valor de los salarios y la vida cotidiana era un caos. Aquellos que llevaban ahorrando y trabajando una vida se vieron empobrecidos de la noche a la mañana y además la confianza en las instituciones financieras desapareció pues los precios eran inciertos.

Por otro lado ,en cuanto a las consecuencias sociales, la hiperinflación dejó a gran parte de la población empobrecida. A esto se le suma la pérdida de confianza en las instituciones por parte de la población, dando lugar a un clima inestable facilitando el ascenso del nazismos ya que la gente buscaba soluciones desesperadas en políticas extremas. Además, hubo un cambio muy significativo en cuanto a los patrones de gasto ya que la gente no buscaba el ahorro por lo que tampoco daba lugar a inversiones. En vez de ahorrar, los alemanes buscaban bienes tangibles que tuvieran más valor como los alimentos.

Medidas que adoptaron para poner fin:

Podemos destacar dos medidas que se llevaron a cabo con el objetivo de poner fin a la hiperinflación:

En primer lugar, el Plan Dawes ya que ante la urgencia de frenar la hiperinflación descontrolada, el gobierno introdujo el Retenmarck, moneda respaldada por bienes y valores industriales suponiendo un punto de inflexión. Al mismo tiempo, el Plan Dawes reestructuró las reparaciones de guerra estabilizando su economía.

En segundo lugar, Plan Young, continuó con lo anterior (plan dawes) reduciendo aún más la carga financiera para Alemania. Este plan contribuyó para sentar las bases del país en los años siguientes. 

Conclusiones:

La hiperinflación alemana que se dio entre 1920-1923 fue un episodio muy oscuro en la historia económica mundial. Marcó el colapso de la moneda alemana y dejó una huella imborrable en la sociedad y política del país. Esto ha servido para concienciar a las naciones de los peligros de la impresión descontrolada del dinero y las consecuencias devastadoras que puede tener.


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