“ Libre Comercio: ¿ es algo positivo ? “

El libre comercio es una de las principales banderas del liberalismo, una corriente social, política y económica nacida en torno a las revoluciones burguesas que marcaron la entrada del mundo en la edad moderna. La defensa de las libertades económicas ( de precios, de horarios de venta, de participación en el mercado…) Iba contra de la doctrina que abogaban por la intervención de un estado fuerte ( proteccionismo)

Estas situaciones se rigen por la “mano invisible del mercado”, según las teorías liberales, que no es más que el balance entre la oferta de los productores de bienes y servicios, versus la demanda de parte de los consumidores. En principio, estas dos fuerzas tendrían que construir un mercado estable y autorregulado, libre de situaciones que favorezcan artificialmente a un sector u otro, como ocurre en los monopoliosoligopolios o en las situaciones de protección estatal.

Los defensores del libre comercio se basan en las siguientes virtudes:  Las naciones que comercian libremente pasan a depender la una de la otra y estrechar lazos comerciales y diplomáticos, yendo así en contra de la aparición de las guerras. Por lo tanto esto genera codependencia. Por otro lado los países tienen especializarse los bienes que son más eficaces produciendo y exportando, pudiendo así, importar los bienes en que no son tan eficientes a buen precio relativo. Eso significaría una mejora la calidad de vida del país. El libre comercio a su vez enriquece la regiones que comercian libremente entre sí, en oposición al mercado internacional ordinario permite el surgimiento de dinámicas comerciales internacionales libres de aranceles y otros mecanismos que interfieren en su dinámica “natural”.

Aunque no todas son ventajas, ya que los países comercialmente más robustos pueden beneficiarse de la no intervención estatal en la balanza comercial exterior, inundando los mercados locales ya que la producción nacional no logra competir en igualdad de términos. Por lo tanto esto favorece a los poderosos. A su vez genera cambios vertiginosos, sobre todo en las formas de vida y de  trabajo de los trabajadores, lo cual puede resultar en crisis futuras e imprevisibles. Y por último migra el empleo, sobre todo cuando se trata de naciones más desarrolladas explotando a naciones menores, las industrias y los comercios tienden a mudarse hacia donde haya condiciones más favorables perjudicando al empleo.

En resumen, el libre comercio puede tener beneficios significativos para el crecimiento económico y el acceso a bienes y servicios, pero también puede generar desafíos en términos de desigualdad, dependencia y sostenibilidad.

 La implementación de políticas que aborden estas cuestiones puede ser crucial para maximizar los beneficios del libre comercio y minimizar sus desventajas.

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